- Pintura al Temple: es una de las más comunes y asequibles. Se caracteriza por ser soluble al agua, no se puede lavar y se adhiere muy poco.
- Pintura plástica: ésta también se disuelve en agua, pero a diferencia del temple es lavable y es de una mayor calidad. Este tipo de pintura se seca rápidamente y por sus cualidades es perfecta para aplicarla en interiores.
- Pintura antimoho: está compuesta por silicona, entre otros elementos, y tiene propiedades fungicidas. Por ello, aporta una alta permeabilidad y se utiliza en zonas con humedad, sobre techos y paredes, en interior, donde existan problemas de condensaciones. Especialmente apropiado para cocinas y baños.
- Pintura sintética: se suele usar en lugares específicos como la cocina o el baño y se aplica con una pintura base para que adhiera mejor. La duración de la pintura sintética es superior que en el resto.
- Pintura con texturas: podemos utilizarla en superficies con imperfecciones sin necesidad de recurrir al gotelé. Primero se aplica la pintura de forma habitual y posteriormente, se le da la textura con diferentes herramientas.
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