Mi padre comenzó su camino en Almería, pero a los 17 años se mudó a Valencia con un solo objetivo: trabajar como pintor. Fue allí donde aprendió el oficio y
descubrió que pintar no era solo un trabajo, sino una verdadera vocación. Con dedicación, fue desarrollando habilidades y conocimientos que le llevaron a colaborar con empresas importantes como
El Corte Inglés, donde se especializó en empapelar y pintar. Durante muchos años, mi padre se dedicó al
pintado de grandes obras, perfeccionando cada técnica y transmitiendo su pasión a quienes le rodeaban. Desde pequeño, me llevaba con él a las obras. Recuerdo el olor de la pintura, el sonido del
lijado, y cómo me enseñaba a empapelar y limpiar. Aunque a veces me costaba, había algo en ese mundo que me atrapaba. Gracias a él, aprendí a disfrutar de cada detalle del trabajo, desde el gotelé hasta los estucos venecianos y las pinturas decorativas. Mi padre me enseñó que ser pintor es
más que un oficio; es una profesión que requiere pasión, creatividad y compromiso. Hoy, con orgullo, sigo sus pasos, manteniendo vivo el legado y el amor por la pintura que él me
transmitió.
Cada pared es un lienzo en blanco, y cada color es un nuevo comienzo. En PINTSERCEBA, nuestra misión es transformar espacios, darles vida, y crear ambientes
donde cada pincelada cuenta una historia y cada rincón se convierte en un refugio de calidez y armonía."